domingo, 12 de enero de 2014

Capítulo 3- Evan.

Un ligero rayo de sol que se colaba por mi ventana me sacó de mi trance.
Después de caer agotado la noche anterior, entré en un profundo y cálido sueño en el que no había nada a mi alrededor. No estaba Brad, ni mi casa, ni el instituto.
No había alcohol para beber ni nada que fumar, pero me sentía tan bien que no lo necesitaba.
Ahí no había ni felicidad ni dolor.
Era un oscuro cuarto donde poder abandonarte.Sin preocupaciones. Sin problemas.
Un sitio para ser tu. Solo tú. Y nada ni nadie tenia el poder para estar ahí, porque tu querías estar solo.
Solo tú formabas parte de ese extraño lugar. Estaba hecho especialmente para ti, para que estuvieses cómodo. Para que no sintieses nada en absoluto. Para que no estuvieses realmente vivo.
Pero ya no estaba en ese lugar, porque me había despertado.

Sentía los ojos pesados, como si de un día para otro hubiesen empezado a pesar una tonelada.
Tenía la boca seca, pero estaba demasiado cansado como para hacer nada. Solo quería quedarme tumbado en la cama, descansando mis pesados ojos, volviéndome a dormir y soñando con esa nada en la que no estaba ni vivo ni muerto.

No tenía ganas de ir al instituto. No creía que a nadie le importase que fuera, la verdad. Además, últimamente sacaba muy buenas notas y no veía necesario ir para volver a repetir miles de ejercicios sobre cosas que ya sabía.

Alargué un brazo hasta la mesa que estaba cerca de mi cama, y puse uno de mis grupos favoritos a un volumen bajo.
Me arropé bajo las mantas otra vez y le di la espalda a toda mi habitación. Volví a cerrar los ojos, y al hacerlo, pude volver a ver esa oscuridad. No era la misma, pero era parecida. Es la oscuridad que cualquier persona puede ver sin necesidad de estar dormido, cerrando los ojos.

Poco a poco fui entrando otra vez en el mundo de los sueños mientras que en mi cabeza sonaba la letra de la canción que estaba puesta.

"...Can you hear the silence? Can you see the dark? Can you fix the broken? Can you feel my heart?... I'm scared to get close and I hate being alone. I long for that feeling to not feel at all. The higher I get, the lower I'll sink. I can't drow my demons, they know how to swim."

Me desperté más tarde, cuando ya todo el mundo habría salido de clase.
Apagué el reproductor de música y decidí bajar a tomar algo de comer, pero cuando llegué a la cocina sentí que si metía algo en el estómago, acabaría vomitando.

Extrañamente, no tenía ganas de fumar y de beber.
Cuando la casa estaba vacía todo era más fácil. Me encontraba mejor.
No me dolía la cabeza, y mis ojos ya se sentían mejor, pero necesitaba tomar el aire. Me sentía agobiado.

Me puse una camiseta del grupo que había estado escuchando antes, una chaqueta ancha y unos pantalones cualquiera, con mis gastadas convers negras.

Cogí mi movil y los auriculares para escuchar música por el camino, pero no sabía a donde ir.
En mis oídos volvía a sonar una canción de aquel grupo, y me paré a pensar en que no tenía ningún disco suyo. Entonces decidí ir a una tienda de música.

El autobús estaba bastante lleno cuando subí, pero encontré un compartimento de dos asientos libres. Solo iba a ocupar uno, pero no tenía ganas de sentarme con nadie.
Un rato después, me di cuenta de que muchas personas me miraban molestas, aunque yo no había hecho nada.
Me quité un auricular, y entonces lo entendí.

Llevaba el sonido tan alto, intentando evadir el mundo exterior, que se escuchaba incluso llevando mis auriculares:

" ...Who'd know it put me underground at seventeen. (there's nothing to lose) When no one knows your name. (there's nothing to gain) But the days don't seem to change. (there's nothing to lose) My notebook will explain (there's nothing to gain) And I can't fight the pain."

Supongo que lo entiendo.
La música que escucho no es lo que se diga muy "comercial", pero ese día estaba cansado. Demasiado harto. No tenía ganas de aguantar a nadie, y no quise bajar el volumen.

Estuve mirando discos toda la tarde, hasta que me agobié otra vez de estar allí metido.
Cuando salí de la tienda con mi CD nuevo había empezado a llover, así que tuve que meterme en una cafetería que había cerca, donde me tomé un café que llevaba caramelo, y la verdad, estaba muy rico.

Pero no aguantaba más. No podía estar quieto. Necesitaba salir, y huir lejos. Salí de allí y corrí como nunca.
Ya no me importaba la lluvia. Dejaba que las gotas cayesen sobre mi. Calando en mi piel. Resbalando sobre mi cara y tranquilizándome. Purificando mi interior.
Necesitaba llevar a mi cuerpo al límite. Deseando coger más y más velocidad, mientras que mi cabeza exploraba la imposible idea de tener alas, como los pájaros, y poder salir volando cada vez que la cosa se pusiese fea.

Cuando por fin estuve tranquilo, subí a un bus para irme a casa. El conductor me lanzó una mirada de desaprobación, ya que estaba totalmente mojado.

Abrí la puerta de mi casa, con una maravillosa sensación de libertad y ligereza. Entré y entonces supe que no me duraría mucho. Las cosas empezarían a ponerse feas otra vez, y yo no tendría alas para salir volando como un pájaro, tal y como deseé antes. Tendría que apañarme con mis torpes y pesados pies, sin la posibilidad de huir.

Brad había vuelto.

1 comentario:

  1. Me ha encantado el capítulo (se me había olvidado comentar), me gusta mucho también Evan pero me encantaría que las cosas no pasaran tan lentas xD de todos modos, genial y maravilloso. Seguid así ^^

    ResponderEliminar